Descubre cómo pasé de pesimista a ser optimista, gradualmente, y replícalo.

Cuando hablo de ser optimista no me estoy refiriendo a ver la vida de color de rosa y unicornios y no tener los pies en el suelo.

Para mi ser optimista significa ESPERAR LO MEJOR DE LA VIDA a la vez que tengo la seguridad de que podré (aunque ahora todavía no lo sepa) salir adelante de los contratiempos de la vida.

En ocasiones para ver la vida de esta manera es cierto que necesitamos un poco de confianza en nosotras mismas y también tener la capacidad de gestionar las emociones a nuestro favor lo antes posible.

Hay personas que consideran que si son pesimistas y esperan lo peor es una manera de preparase para ello y protegerse al mismo tiempo.

En mi opinión personal prefiero no sufrir o preocuparme antes de tiempo incluso de cosas que habitualmente jamás llegan a suceder. 

Es por eso que prefiero esperar lo mejor de la vida y tener la seguridad de que soy capaz de elaborar Planes B aunque en ese momento no lo sepa. 

Es decir, es una actitud donde nos predisponemos a esperar que nos pasen cosas buenas. Pero a la vez,  confiamos que tenemos la capacidad y habilidad necesaria para que en el caso que no sea así ( cosa que también sucede en la vida) podremos encontrar alternativas, soluciones y salidas aunque en estos momentos ni sepas como.

Lo explico con más detalle y mejor en el siguiente vídeo.

Espero que lo disfrutes y saques nuevas ideas para llevar a cabo en tu vida sintiéndote mejor.