¡Socorro! El niño se está transformando y…¡no sé qué hacer!

 

A parte de cómo evitar que los niños estallen como si de un volcán se tratara lo que más angustia tanto a papás y mamás es el temido momento enfado apoteósico donde el niño(a) no escucha, ni atiende, grita, patalea y por supuesto no hace nada de caso.

 

Por no hablar cuando esto nos pasa en mitad de un círculo de ojos acechantes clavados en nuestra nuca, o eso nos parece 😉

 

Estás en situación ¿verdad? Niño(a) descontrolado, miradas que juzgan, tus palpitaciones a mil por hora, te cuesta tragar saliva, te entran sudores fríos, no sabes si tienes más ganas de llorar, gritar o salir corriendo de allí…

 

De acuerdo.  Keep calm. Res – piiii – raaaa

 

Resulta tan importante saber qué hacer cómo qué NO hacer ante una rabieta de un pequeño y para ello he grabado este vídeo que estoy segura vas a querer reenviar a muchos familiares, amigos y difundirlo por redes para que TODO el mundo sepa qué hacer y qué NO hacer ante una rabieta. Porque el saber ayuda y mucho.

 

 

 

La realidad es que en estas situaciones no es fácil ser p(m)adres. Nadie se imagina siendo mamá gestionando enfados monumentales de sus hijos, o enfadada, perdiendo el control, frustrada, perdida o sintiendo que lo estás haciendo fatal.

 

La verdad es que cuando una sabe como afrontar ciertas situaciones desagradables se siente segura y tranquila. Y así es como quiero que te sientas tu. No quiero que te pase como a papás y mamás que llegan a mi consulta diciéndome que temen la próxima rabieta de sus hijos.

 

Quiero que te sientas como cuando se van de mis sesiones, tranquilos, confiados, sabiendo qué hacer, qué no hacer y sobretodo y por encima de todo, más conectados y felices con sus hijos.

 

Pide tu llamada de valoración conmigo y hablamos en qué situación os encontráis y como puedo ayudaros. Este mes tan solo abro 5 espacios para estas llamadas pues no dispongo de más huecos libres. Así que si quieres de verdad solucionar esa situación en tu familia y disfrutar de tu m(p)aternidad, reserva la tuya ahora.

 

Con amor,

Patricia