Aprender a reconocerte como una mujer imperfecta y libre es el primer paso para disfrutar de tu vida sin presiones
Hoy quiero compartir contigo la principal razón por la cual no disfrutamos de la vida, de nuestros hijos, nuestra pareja o nuestra profesión (y en todas las áreas que podemos hacerlo).
Cuando nos convertimos en madres, pasárnoslo bien pasa a un segundo plano, y aparece la culpa tanto por ser capaces de disfrutar, como por no haber valorado un instante que ya ha pasado y que podríamos haber gozado (y del cual nos damos cuenta después, como por ejemplo cuando por la noche estamos en la cama y nos reprochamos no haber vivido una tarde de juego con los hijos por estar persiguiendo otras tareas).
Todo ello sucede porque tenemos la idea de que, como mujeres y madres, debemos ser perfectas en todo momento y situación. Con ello, no nos damos el espacio que necesitamos para aprender, modificar, y hacer las cosas diferente.
Para ello debemos reclamar ser mamás imperfectas y libres, que lo hacemos lo mejor posible y aprendemos de nuestros errores para mejorar día tras día. Te cuento más en el siguiente vídeo.
Prioriza tu felicidad y la de tu familia,