Las mujeres al ser mamás nos exigimos dar lo mejor de lo mejor a nuestros hijos.
¿Cómo educar a tus hijos con amor, atención y respeto y tener esa actitud semejante contigo?
Llevar una crianza respetuosa y en equilibrio sin olvidar que ‘Mamá, tú también existes’ y sentirte satisfecha en todas sus facetas es cuestión de equilibrio.
Cuando somos mamás queremos dar una educación basada en el respeto y afecto a nuestros hijos, que no les falte de nada y sean felices.
Y eso está genial. Pero que pasa cuando en ese dar lo mejor te olvidas de darte ‘algo’ a ti misma.
Mamá, eres igual de importante.
Hoy te hablo de María. Una mamá que sin darse cuenta se olvidó de ella misma aunque criaba con respeto a sus hijos.
Se centró tanto en dar la mejor educación, crianza, alimentación, entorno, experiencias… todo lo que podía.
Que se olvidó de guardar algo para ella. No digo todo. No digo la mitad. Me refiero a algo.
Pronto empezó a sentirse cansada, con falta de energía… incluso frustrada.
No entendía qué le sucedía.
Saber ver qué acciones de las que llevamos a cabo no nos acercan a esa satisfacción que creíamos, es vital.
Ejemplo: Quizá piensas que si vas a recoger a tus hijxs todos los días al colegio te sentirás buena madre y feliz de poder pasar tiempo con ellxs. Luego en el día a día descubres que no todo es como creíste y también te enfadas, te cansas y te encantaría disponer de una tarde libre para hacer lo que te apetezca. Entonces te sientes culpable por pensar eso. Lo reprimes. No le haces caso ‘por qué… ¡cómo puedo pensar eso, por favor!’. Y vuelta a empezar.
A veces suponemos que lo que queremos es lo que nos hace felices. Y… o no es eso o puede que sí, pero con matices.
Mujer y madre en proporción semejante.
En el vídeo que tienes a continuación te explico el caso de María y cómo redirigimos donde se había metido emocional y psicológicamente hablando.
Habrá aspectos que te resulten familiares, otros no, todos, ninguno… En todo caso estoy convencida de que vas a poder sacarle jugo para tu rol de mamá, mujer y persona.
Las mujeres por cultura o lo que sea, tenemos esa tendencia a dar y cuidar a los de nuestro alrededor antes que a nosotras.
Está bien cuidar de quienes amamos.
Pero no deberías jamás olvidarte de ti misma. Mamá, tú también existes.
Cuidarte a ti también está bien. Y es que además es necesario.
No es una tontería, una moda pasajera o un capricho. Es una necesidad y un derecho que tienes por existir. Fin.
Ojalá esta historia real (con nombre ficticio) te inspire y aporte mínimo, un rayo de luz.
Si te interesa seguir los pasos de María y encontrar tu equilibrio entre ser mamá y ser mujer, ponte en contacto conmigo para hacerlo real.
Para saber todo sobre el Método Colibrí, aquí.
Prioriza tu Felicidad 🙏